La casa embrujada mas famosa del mundo...
Este no es otro cuento mas de una casa embrujada, este no es un hogar mas de simples fantasmas, la historia que les contare hoy, es nada mas y nada menos que aquella que gira al rededor de la famosa casa de Amityville. ¿Preparados? Yo rara vez lo estoy, pero todo sea por una buena historia.
En 1974, en la casa que se encuentra en el numero 112 de la Avenida Ocean en el tranquilo pueblo de Amityville en el estado de Nueva York un joven de escasos veintitrés años llamado Ronald De Feo asesinó salvajemente a su familia. La historia de los asesinatos, la explicación que diera Ronald De Feo y, mas todavía, el aterrador relato de los espíritus malignos que atormentaron a la siguiente familia que habito la casa de la Avenida Ocean, dan vida a una autentica pesadilla.
La historia comenzó en 1965, cuando la familia De Feo se mudo a la casa que, años después, se convertiría en su tumba. Los De Feo tenían 5 hijos que, hasta 1974, habían crecido felices. Nada en la infancia de los pequeños podía augurar el destino inenarrable que les aguardaría con el paso de los años, la tragedia que ocurrió el 13 de noviembre de 1974 cuando Ronald, el hijo mayor de los De Feo, tomo la escopeta de su padre, camino hacia los cuartos de sus hermanos y sus padres... y los mato. De un disparo, a sangre fría, mientras dormían. La comunidad de Amytiville se conmociono: nadie podía creer lo que había ocurrido. Pero la incredulidad daría paso al terror cuando Ronald De Feo explico por que había asesinado a su familia entera sin ningún miramiento. De acuerdo con el joven De Feo, voces misteriosas y demoníacas lo habían perseguido en esa casa por años, incitándolo a cometer el peor crimen imaginable. De Feo aseguraba que las voces finalmente lo habían poseído y enloquecido. La justicia no le creyó: fue condenado a cadena perpetua. Pero la historia apenas comenzaba. Menos de un año después, una nueva familia trataría de formar un hogar en la casa del numero 112 de la Avenida Ocean. Y los resultados serian tan o mas escalofriantes que la masacre de la familia De Feo.
Después de los asesinatos brutales de noviembre de 1974, la mansión de la familia De Feo en Amityville fue puesta a la venta a precio de oferta. Durante un tiempo, nadie la quiso. Luego, alguien vio en el lugar una ganga. Para una pareja con poco tiempo de casados, la oportunidad de habitar una casa magnifica a un precio cómico resulto simplemente irresistible. George y Kathy Lutz decidieron comprar la residencia que había pertenecido a los De Feo a pesar de conocer plenamente la historia trágica recién ocurrida. Su muestra de valentía seria realmente un gravisimo error.
Los Lutz se mudaron a la casa, con sus tres hijos, apenas un par de meses después de ocurridos los asesinatos. A partir de entonces, su vida se convirtió en un infierno. Desde el principio y prácticamente sin parar, experimentaron una larga lista de fenómenos sobrenaturales. Extraños sonidos y olores horribles les dieron la bienvenida desde la primera noche. A los pocos días, una de las hijas del matrimonio aseguró haber conocido a una amiga imaginario llamada Jodie, que le hacia dibujar imágenes sangrientas. De acuerdo con los Lutz, las paredes y los pisos se llenaba, de pronto, de una sustancia negra y viscosa que desaparecía por si sola. George Lutz en particular parecía estar a punto de enloquecer. Su comportamiento cambió en menos de un mes. De ser un hombre tranquilo, Lutz se convirtió en energúmeno, capaz de violentos arranques a la menos provocación. Cuando los Lutz cumplieron los primeros 28 días en su nueva casa, el terror fue demasiado. Justo a las 3:15 de la mañana, la hora exacta en que Ronald De Feo había cometido los asesinatos apenas tres meses antes, George Lutz se despertó agitado. De inmediato sintió una enorme fuerza sobre él, impidiéndole el movimiento. Su cama y las de sus hijos comenzaron a agitarse violentamente. A los pocos minutos, Lutz logró liberarse y sacó a su familia de la casa, sin nada más que la ropa que llevaba puesta. Aquella experiencia aterradora los convenció de que que, quizá, la historia que había contado Ronald De Feo para justificar sus acciones no era, después de todo, una mentira. Sorprendidos, quisieron ayudar. Lo primero que hicieron fue buscar al abogado defensor de De Feo. Una historia increíble estaba por comenzar.
La leyenda de la misteriosa casa en el número 112 de la Avenida Ocean en Amitiville se volvió mucho mas extraña cuando, en 1975, la familia Lutz se acercó al abogado de Ronald De Feo para contar su historia. El abogado se dio cuenta del potencial de los aterradores episodios. Al poco tiempo, el mes que los Lutz habían pasado en la casa llegó a las primeras planas de todos los periódicos de Estados Unidos. Como era previsible, la prensa se arremolino al rededor de la familia Lutz. La casa de Amityville no tardó en convertirse en un sitio célebre, centro de incontables peregrinaciones morbosas. Sus ventanas y altas paredes se convirtieron en protagonistas de cientos de pesadillas. Parecía como si la propia casa fuera la villana de la historia, protagonista del mal. El prestigiado canal 5 de televisión en Nueva York comenzó su propia investigación. Para llevarla a cabo pidieron la ayuda de dos conocidos expertos paranormales: Ed y Lorraine Warren. La experiencia de los Warren en el mundo sobrenatural era realmente amplia; ambos decían haber participado en mas de cincuenta exorcismos. Lo encontraron entre las paredes de la casa de Amityville aterrorizó a una nación entera.
Lo primero que hicieron los investigadores de lo paranormal fue organizar una sesión espiritista dentro de la mansión. De acuerdo con Lorraine Warren, la energía de aquella casa era la peor y mas oscura que había enfrentado: "Es lo más cerca que he estado a la maldad pura y al infierno", dijo Lorraine durante la sesión espiritista. Al día siguiente, cuando los fotógrafos revelaron las imágenes, una en particular mostraba algo inexplicable. Ahí, asomándose detrás de una puerta, estaba un niño. La imagen del niño y la reacción de la señora Warren a la energía demoníaca de la casa no hicieron más que incrementar el interés del mundo periodístico por la mansión de la avenida Ocean y por la familia Lutz. Una pregunta dominaba las especulaciones: ¿Quién o qué embrujaba la casa? ¿Exactamente que espíritu había hecho enloquecer a Ronald De Feo y había estado cerca de conseguir lo mismo con George Lutz? Apenas unos meses después, otro par de expertos espiritistas visitarían la casa de Amityville. Lo que encontraron sería, para muchos, la clave para entender la posesión demoniaca en el número 112 de la Avenida Ocean.
El abogado de Ronald De Feo fue el siguiente en contratar investigadores de lo paranormal para tratar de descubrir qué había detrás de las paredes blancas de la casa embrujada de Amityville. Los elegidos fueron el experto Hanz Holzar y la médium Ethel Johnson. Apenas entraron a la casa, Holzer y Johnson comenzaron a describir con detalle la presencia de un fantasma profundamente encolerizado. Johnson lo identificó como el espíritu de un jefe indio que había sido enterrado debajo de la propiedad. De acuerdo con Johnson, la casa había sido construida sobre un cementerio sagrado. Johnson describió al indio como un hombre muy poderoso con una habilidad especial para manipular la voluntad de hombres jóvenes. "El jefe indio puede convencer al hombre de lo que quiera, incluso de matar con violencia", explicó en su momento la médium Ethel Johnson. El escándalo creció cuando, en 1979, la historia de la casa llegó al cine. El Horror de Amityville fue un éxito de taquilla y colocó a George y Kathy Lutz en la incómoda posición de estrellas mediáticas. Las cosas se complicaron cuando la siguiente familia en ocupar la famosa casa aseguró que nunca habían episodio paranormal. ¿Era posible que los Lutz hubieran inventado toda la fantástica historia para aprovecharse de la tragedia de los De Feo? ¿Estaban también mintiendo los investigadores paranormales que habían visitado la casa después de lo ocurrido a los Lutz?
Después del éxito de la película sobre sus experiencias paranormales en la casa de la Avenida Ocean en Amityville, George y KAthy Lutz fueron sometidos a un escrutinio severo. Varias personas a su alrededor los acusaron de exagerar la historia y, pero aún, de hacerlo para ganar publicidad y dinero. Hartos, aceptaron someterse a un examen de polígrafo, a un detector de mentiras. El resultado fue completamente aprobatorio: de acuerdo con la máquina, los Lutz decían la verdad. La versión de la pareja fue también fortalecida cuando el párroco local confirmó haber vivido uno de los episodios más espantosos de su vida en ese sitio, testimonio desconocido hasta entonces. En efecto, dijo el padre de la localidad, que una voz ronca le había ordenado que saliera de la casa mientras bendecía el lugar. La escena, que forma parte de la película sobre el caso, es quizá una de las mas pavorosas del cine de horror.
Pero no todos creen en la verosimilitud de lo ocurrido a los Lutz. Para algunos escépticos, la historia es simple: Los Lutz conocían lo que había pasado apenas hace unas semanas y se predispusieron para ver y escuchar cosas. Incluso la presencia de un amigo imaginario, como le ocurrió a la hija de los Lutz, puede ser interpretado como algo completamente normal. En cualquier caso, lo que sucedió en 1974 y 1975 en la pequeña ciudad de Amityville sigue siendo un misterio. ¿Será esa casa en la Avenida Ocean de verdad una mansión embrujada, poseída por un espíritu de un jefe indio con extraordinarios poderes? ¿O será un caso de predisposición colectiva, una especie de psicosis que atacó a una familia particularmente temerosa? Es difícil saberlo. La única que puede responder el enigma es la propia casa que, silenciosa, sigue ahí.
Fuente: Historias Perdidas de León Krauze
La leyenda de la misteriosa casa en el número 112 de la Avenida Ocean en Amitiville se volvió mucho mas extraña cuando, en 1975, la familia Lutz se acercó al abogado de Ronald De Feo para contar su historia. El abogado se dio cuenta del potencial de los aterradores episodios. Al poco tiempo, el mes que los Lutz habían pasado en la casa llegó a las primeras planas de todos los periódicos de Estados Unidos. Como era previsible, la prensa se arremolino al rededor de la familia Lutz. La casa de Amityville no tardó en convertirse en un sitio célebre, centro de incontables peregrinaciones morbosas. Sus ventanas y altas paredes se convirtieron en protagonistas de cientos de pesadillas. Parecía como si la propia casa fuera la villana de la historia, protagonista del mal. El prestigiado canal 5 de televisión en Nueva York comenzó su propia investigación. Para llevarla a cabo pidieron la ayuda de dos conocidos expertos paranormales: Ed y Lorraine Warren. La experiencia de los Warren en el mundo sobrenatural era realmente amplia; ambos decían haber participado en mas de cincuenta exorcismos. Lo encontraron entre las paredes de la casa de Amityville aterrorizó a una nación entera.
Lo primero que hicieron los investigadores de lo paranormal fue organizar una sesión espiritista dentro de la mansión. De acuerdo con Lorraine Warren, la energía de aquella casa era la peor y mas oscura que había enfrentado: "Es lo más cerca que he estado a la maldad pura y al infierno", dijo Lorraine durante la sesión espiritista. Al día siguiente, cuando los fotógrafos revelaron las imágenes, una en particular mostraba algo inexplicable. Ahí, asomándose detrás de una puerta, estaba un niño. La imagen del niño y la reacción de la señora Warren a la energía demoníaca de la casa no hicieron más que incrementar el interés del mundo periodístico por la mansión de la avenida Ocean y por la familia Lutz. Una pregunta dominaba las especulaciones: ¿Quién o qué embrujaba la casa? ¿Exactamente que espíritu había hecho enloquecer a Ronald De Feo y había estado cerca de conseguir lo mismo con George Lutz? Apenas unos meses después, otro par de expertos espiritistas visitarían la casa de Amityville. Lo que encontraron sería, para muchos, la clave para entender la posesión demoniaca en el número 112 de la Avenida Ocean.
El abogado de Ronald De Feo fue el siguiente en contratar investigadores de lo paranormal para tratar de descubrir qué había detrás de las paredes blancas de la casa embrujada de Amityville. Los elegidos fueron el experto Hanz Holzar y la médium Ethel Johnson. Apenas entraron a la casa, Holzer y Johnson comenzaron a describir con detalle la presencia de un fantasma profundamente encolerizado. Johnson lo identificó como el espíritu de un jefe indio que había sido enterrado debajo de la propiedad. De acuerdo con Johnson, la casa había sido construida sobre un cementerio sagrado. Johnson describió al indio como un hombre muy poderoso con una habilidad especial para manipular la voluntad de hombres jóvenes. "El jefe indio puede convencer al hombre de lo que quiera, incluso de matar con violencia", explicó en su momento la médium Ethel Johnson. El escándalo creció cuando, en 1979, la historia de la casa llegó al cine. El Horror de Amityville fue un éxito de taquilla y colocó a George y Kathy Lutz en la incómoda posición de estrellas mediáticas. Las cosas se complicaron cuando la siguiente familia en ocupar la famosa casa aseguró que nunca habían episodio paranormal. ¿Era posible que los Lutz hubieran inventado toda la fantástica historia para aprovecharse de la tragedia de los De Feo? ¿Estaban también mintiendo los investigadores paranormales que habían visitado la casa después de lo ocurrido a los Lutz?
Después del éxito de la película sobre sus experiencias paranormales en la casa de la Avenida Ocean en Amityville, George y KAthy Lutz fueron sometidos a un escrutinio severo. Varias personas a su alrededor los acusaron de exagerar la historia y, pero aún, de hacerlo para ganar publicidad y dinero. Hartos, aceptaron someterse a un examen de polígrafo, a un detector de mentiras. El resultado fue completamente aprobatorio: de acuerdo con la máquina, los Lutz decían la verdad. La versión de la pareja fue también fortalecida cuando el párroco local confirmó haber vivido uno de los episodios más espantosos de su vida en ese sitio, testimonio desconocido hasta entonces. En efecto, dijo el padre de la localidad, que una voz ronca le había ordenado que saliera de la casa mientras bendecía el lugar. La escena, que forma parte de la película sobre el caso, es quizá una de las mas pavorosas del cine de horror.
Pero no todos creen en la verosimilitud de lo ocurrido a los Lutz. Para algunos escépticos, la historia es simple: Los Lutz conocían lo que había pasado apenas hace unas semanas y se predispusieron para ver y escuchar cosas. Incluso la presencia de un amigo imaginario, como le ocurrió a la hija de los Lutz, puede ser interpretado como algo completamente normal. En cualquier caso, lo que sucedió en 1974 y 1975 en la pequeña ciudad de Amityville sigue siendo un misterio. ¿Será esa casa en la Avenida Ocean de verdad una mansión embrujada, poseída por un espíritu de un jefe indio con extraordinarios poderes? ¿O será un caso de predisposición colectiva, una especie de psicosis que atacó a una familia particularmente temerosa? Es difícil saberlo. La única que puede responder el enigma es la propia casa que, silenciosa, sigue ahí.
Fuente: Historias Perdidas de León Krauze
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