jueves, 16 de abril de 2015

La Ciudad Radiactiva de Pripyat

Pripyat, antes una metrópoli de ensueño, es ahora una ciudad fantasma cercana a la central nuclear de Chernóbil; el lugar tuvo que ser evacuado de emergencia en 1986 tras el accidente atómico. En esta precipitada huida, sus casi 50,000 habitantes tuvieron que abandonar sus casas y todos sus objetos personales de forma apresurada, dejando atrás su vida y todos sus recuerdos. 

Desde entonces, esta urbe ha permanecido abandonada a su suerte, siendo al día de hoy un excepcional testigo mudo de la última etapa del comunismo soviético, y de una tragedia que al día de hoy sigue siendo causa de polémica y dolorosos recuerdos. 

Pripyat nació en 1970 en Kiev, norte de Ucrania, a solo 3 kilometros de Chernóbil. Su objetivo era servir como una ciudad dormitorio para los trabajadores de la central y sus familias. Desde sus inicios se concibió como una urbe moderna y agradable, bien comunicada, con zonas de ocio y cultura. La delincuencia era nula. Su perfección era tan grande e innovadora, que se ganó el sobrenombre de La Ciudad del Futuro. 



Sin embargo, la idílica vida de sus ciudadanos, se vio bruscamente truncada la madrugada del 26 de abril de 1986, cuando explotó el reactor número cuatro de la central vecina, causando la expulsión a la atmósfera de gran cantidad de material tóxico y radioactivo. Este vertido venenoso, fue 500 veces mayor que el liberado por la bomba atómica arrojada en Hiroshima en 1945, y afectó a trece países Europeos.

En la mañana del día 26, el ejército cerco la ciudad y estuvo realizando mediciones de radiación, perono informo de la gravedad del accidente, ni proporciono medidas preventivas a la población, que continuó haciendo su vida cotidiana de forma habitual. Por la noche los niveles de radiación eran ya 600.000 veces superiores a los normales, de modo que a las 22:00 horas se tomó la decisión de evacuar Priypiat al día siguiente.

Durante la noche mas de 2,000 autobuses llegaron al lugar. El día 27 de Abril se comunico de forma oficial que se había producido " un accidente de fisión no requerida" una "situación insatisfactoria de radiación", y como medida de seguridad se iba a proceder a evacuar a todos los ciudadanos por tres días, por lo que no era necesario llevar consigo ningún objeto personal, solo documentación y comida para el viaje. 

La evacuación comenzó a las 14:00, 36 horas después de la explosión, y a las 17.00 ya estaba finalizada. El 28 de abril la noticia llego a la opinión pública, mediante un escueto comunicado que no reflejaba la dimensión del suceso.



No fue hasta el 14 de mayo cuando la URSS, ante la imposibilidad de seguir ocultando los hechos al mundo, decidió a través del secretario general Mijail Gorbachov, leer un completo informe que reflejaba la verdadera magnitud de la tragedia. Fue tal el calibre de este incidente, que estudios científicos creen que la radiactividad de la zona no desaparecerá hasta pasados 25.000 años.

Después del accidente se construyó un sarcófago de hormigón para aislar el reactor dañado. Asimismo se estableció una zona de exclusión en 30 kilómetros alrededor, que a día de hoy sigue siendo vigente y fuertemente vigilada.

En toda esta labor fueron clave los liquidadores, personas anónimas que con su esfuerzo y trabajo minimizaron las consecuencias del desastre, y que en muchos casos pagaron su coraje con la vida.

Desde entonces, Pripyat fue totalmente abandonada a su suerte. En los años posteriores al suceso, la ciudad fue saqueada en gran parte y victima del vandalismo y de la falta de mantenimiento.

Pese a todo, la naturaleza se ha ido abriendo camino poco a poco. De este modo, la flora y la fauna del lugar han ido en aumento pese a la radiación, llegando a “invadir” numerosos edificios de la ciudad, e incluso asentándose jaurías de lobos en sus calles. Esto ha sido posible en gran medida gracias a la ausencia de humanos en la zona.

El caso más llamativo es el del llamado bosque rojo, un paraje cercano a Chernóbil que estaba repleto de pinos, que adoptaron un singular color rojizo tras absorber grandes niveles de radiación, y que hoy en día vuelve a albergar vida animal.




El halo de misterio que envuelve todo este entorno es tal, que Pripyat ha sido escenario del libro El ciclista de Chernóbil, del videojuego S.T.A.L.K.E.R.: Call of Pripyat e incluso de una película de terror titulada Encerrados en Chernóbil.

Finalmente añadir que aunque la central cesó su actividad definitivamente en el año 2000 (hasta ese momento seguían en activo varios reactores), a día de hoy todavía hay cierto flujo de trabajadores que realizan labores de investigación, descontaminación y construcción de un nuevo sarcófago.

Fuente: http://www.ionlitio.com/


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